jueves, 5 de mayo de 2016

Hisotoria de Sorin Markov -






Sorin Markov



En Tarkir hay mucho más en juego que el destino de Sarkhan y de los clanes. En otro lugar, las entidades devoradoras de mundos conocidas como Eldrazi se han alzado para alimentarse de los planos del Multiverso, y la clave para detenerlas puede que esté en Tarkir.

     Sorin Markov, el Planeswalker vampiro, fue uno de los tres Planeswalkers que encarceló a los Eldrazi en el plano de Zendikar hace miles de años. Los otros dos fueron la Litomante y Ugin, el dragón espíritu. Ahora que los Eldrazi han despertado de nuevo, Sorin tiene la misión de reunirse con estos Planeswalkers.




Sin embargo, la Litomante se encuentra en paradero desconocido, y Sorin no ha visto a Ugin desde hace más de mil años. Con la esperanza de encontrar a Ugin, Sorin ha viajado hasta Tarkir, donde el dragón espíritu formó una parte importante del ecosistema planar.

En una versión de la historia, Sorin encontró los huesos de Ugin en un desfiladero helado de Tarkir. Sin embargo, en la línea temporal creada por Sarkhan Vol, Ugin está vivo, tras haber permanecido envuelto en una crisálida protectora durante siglos. La búsqueda de Sorin para encontrar a Ugin concluye con éxito y los dos acuerdan combatir juntos la amenaza Eldrazi en Zendikar.





La revelación Sorin Markov


Aunque ninguno de los dos lo sabe, Sorin Markov y Sarkhan Vol han llegado a Tarkir con el mismo propósito: encontrar al dragón espíritu Ugin.
Sarkhan Vol no es el único que ha llegado a Tarkir en busca de alguien. El Planeswalker vampiro Sorin Markov también ha viajado hasta el plano por motivos propios. Aunque ninguno de los dos lo sabe, ambos quieren encontrar al mismo ser: el dragón espíritu Ugin.
Hace mucho tiempo, Sorin ayudó a Ugin y a otra Planeswalker, la Litomante, a sellar a los monstruosos eldrazi en Zendikar. Estas abominaciones escaparon de su cautiverio recientemente y Sorin cree que Ugin es uno de los pocos que puede detenerlas.
Sorin ha viajado a Tarkir, el mundo natal de Ugin, para buscar a su antiguo aliado. Aún alberga esperanzas, pero hace mucho tiempo que no ha visto al dragón y sabe que quizá llegue tarde, demasiado tarde.

En su bùsqueda Pasaron los días, hasta que coronaron un risco que daba paso a un precipicio escarpado. En lo más profundo había una planicie de rocas antiguas y desmenuzadas, cubiertas de hielo y nieve. Sorin podía ver que habían sido deformadas y moldeadas por una inmensa efusión de energía. Divisó una espiral de piedra que parecía haber sido derretida y labrada para que siguiese unas líneas de fuerza, y luego congelada al instante. Las extrañas rocas rodeaban un profundo cañón de granito ennegrecido que mancillaba el centro de la planicie.
―Ahí yace el dragón espíritu ―afirmó el guía temur, señalando el fondo del cañón.
Sorin lo observó.
Huesos...


 Sorin, descendió, y se arrodilló para retirar la nieve que cubría el hielo sobre el que estaba. Allí, en el interior de la oscuridad gélida, brillaba el inconfundible cráneo de Ugin, que observaba a Sorin desde las cuencas muertas de sus ojos. El vampiro apoyó una mano para tratar de percibir algún signo vital, el más mínimo resto del espíritu de Ugin, pero lo único palpable era el vacío.
―Hay más vida en mí que en ti, dragón ―dijo Sorin mientras observaba las cuencas negras de los ojos de Ugin.
El vampiro apoyó la frente contra el hielo y profirió una maldición contra la nieve cuando asimiló la realidad.
Mientras descendía por el desfiladero hacia el cañón, se había aferrado a la esperanza de que el espíritu de Ugin no hubiese sido destruido. Confiaba en que habría algún resto que pudiese resucitar, retazos de consciencia que pudiesen rescatarse del borde de la aniquilación. Sin embargo, la esperanza de Sorin se había extinguido como una débil llama.
Ugin había muerto, y con él había desaparecido el porvenir de incontables mundos.
Sorin atravesó la arquería de costillas y regresó junto al guerrero que lo estaba esperando. Zendikar acabaría destruido con toda seguridad. ¿Qué plano sería el siguiente? ¿Innistrad? Tanto si sucediese ahora como dentro de mil años, solo era cuestión de tiempo que su mundo fuese devorado. Comprender aquello hacía que Sorin se sintiese furioso e inútil al mismo tiempo.
―Estamos condenados... Todos lo estamos ―dijo al humano y a los vientos.

Fuentes

http://magic.wizards.com/es/story/planeswalkers/sorin-markovhttp://magic.wizards.com/es/articles/archive/uncharted-realms/la-revelacion-de-sorin-2014-09-24